sábado, 29 de agosto de 2009

Solo sé sonreír


La libertad se carga con nafta súper…
Y a mi me vendieron el cuento publicitario, de que uno tiene que luchar por sus sueños.
Y por el camino te cagas de hambre, o tenes que conseguir quien te banque la jugadita de ser vos mismo.
Gente talentosisima encerrada horas en calls centres
Un mundo en donde impera la imbecilidad.
Ser sociólogo y trabajar para los políticos
O ser artista plástico y enseñar a pintar manzanas
Y la música que te dice que no trances,
Como si fuera gratis salir en un video clip por much music
El slogan de adaptarse es morir, me recuerda la linda foto del comandante.
Si, muy lindo el idealismo, ¿pero a la hora de comprarte un libro?
Para vivir en este mundo parece que hay que venderse.
Casi todos los trabajos me parecen pérdida de tiempo, y los que están buenos resulta que no te alcanza para una mierda, en esta superinflación en la que vivimos.
Lamentablemente existe este sistema que se descalabra por todas partes, y al mismo tiempo revienta la tierra, revientan las cabezas.
Y pensar que podríamos vivir de nuestras huertas, tocando la guitarra y mirando el sol caer…
Sin ninguna intención de accionar
Me quedo mirando la pared
Ante el abismo de crecer
En un mundo en donde hasta las flores son un negocio

2 comentarios:

  1. En esta sociedad no hay nada ,absolutamente nada,que el consumismo no pueda usar: desde lo mas impresindible a lo mas superfluo,de lo mas burdo a lo mas espiritual.

    pero por suerte,aun es posible conspirar poeticamente ante tanta imbecilidad.
    te regalo estos versos del poeta y cantor Leonard Cohen:

    Suenan las campanas
    que todavia pueden sonar
    Olvida tu ofrenda perfecta
    En toda cosa hay una grieta,
    es por ahi donde entra la luz.


    Saludos desde Montevideo.Luis

    ResponderEliminar
  2. No sé como llegó a mi este poema ... es de una gran belleza y te felicito. Solo una cosita: renegas porque "a mi me vendieron el cuento publicitario, de que uno tiene que luchar por sus sueños" ... no es un cuento, es la realidad: los sueños de cada uno son los que nos hace distinto.
    Desde Buenos Aires te vuelvo a felicitar por tu talento.
    Ah ... cuando alcances tus sueños, hacéle caso tu corazón que dificilmente se equivoca.

    ResponderEliminar