sábado, 29 de agosto de 2009

Solo sé sonreír


La libertad se carga con nafta súper…
Y a mi me vendieron el cuento publicitario, de que uno tiene que luchar por sus sueños.
Y por el camino te cagas de hambre, o tenes que conseguir quien te banque la jugadita de ser vos mismo.
Gente talentosisima encerrada horas en calls centres
Un mundo en donde impera la imbecilidad.
Ser sociólogo y trabajar para los políticos
O ser artista plástico y enseñar a pintar manzanas
Y la música que te dice que no trances,
Como si fuera gratis salir en un video clip por much music
El slogan de adaptarse es morir, me recuerda la linda foto del comandante.
Si, muy lindo el idealismo, ¿pero a la hora de comprarte un libro?
Para vivir en este mundo parece que hay que venderse.
Casi todos los trabajos me parecen pérdida de tiempo, y los que están buenos resulta que no te alcanza para una mierda, en esta superinflación en la que vivimos.
Lamentablemente existe este sistema que se descalabra por todas partes, y al mismo tiempo revienta la tierra, revientan las cabezas.
Y pensar que podríamos vivir de nuestras huertas, tocando la guitarra y mirando el sol caer…
Sin ninguna intención de accionar
Me quedo mirando la pared
Ante el abismo de crecer
En un mundo en donde hasta las flores son un negocio

martes, 25 de agosto de 2009

El me dijo que era una fiebre,
Y yo le respondí con frío.


Entonces fue otoño,
Y el árbol destiño sus hojas.


Después las perdió.


Yo vi como caían,
Yo las pise.

Y fui árbol,
Y hoja pisada,
Y después fui flor,
Y polvo, ceniza,
Y madera, y nido
Y pájaro.


Y claro después fui verano
Desde el infierno

sábado, 22 de agosto de 2009


Te olvide en el último champagne.
Tenía que despedirme con glamur, después de que tus manos, olor a porro paraguayo, me arrancaran la inocencia, con una pandereta tartamuda.
¡A mí el agua fresca de manantial!
Hoy soy la laguna caliente en donde se bañan los yacarés.
Ahora en la vida ordenada, a veces viene una humareda de fuego a enredarme, ¡a mí que no tengo más combustible con el que arder, sin ser quemada!
Pero resulta que vos no fuiste el punzante de mi cabeza.
Había un mono rabioso, esperándome detrás de la puerta, que abrí buscando el lugar al que me invitabas.
Si en verdad supieran donde estuve, nadie se atrevería q encontrarme. Ellos que me buscan donde yo los choco.
De repente el silencio.
La nada misma se disfraza de verso, mientras mis pinceles duermen con sus manchas. Mi escultura de arcilla se seca, para meterse al horno.
Mientras la guitarra duerme una siesta, yo me acuerdo de cuando hacíamos canciones empapados en vino tinto.
Mi voz que no tiene el color de la aurora, ni el matiz del atardecer, te grita. ¡Veni!. Supongamos que dejo todo y me voy con vos al infinito. Como si hubiera algo que no me deje a mí.
La soledad maliciosa me endulza con su veneno. Y ahora siento culpa por esa pizza que comí.
Tan claro el fastidio del encierro.
¡Veni búscame!, llévame a lugares que no conozco, mostrame el lado oscuro, y dame al fin las palabras que no tengo, las que me quedo pensando, enseñame un acorde, dame ese beso que no nos dimos. Llevame a tu guarida, necesito salir de esta cárcel. Convídame de esa pizza.
Dejare de ser esta punga, y vos el vagabundo del amor.
Iluminaremos esta flor marchita de cementerio.

lunes, 17 de agosto de 2009


Una especie que se destruye al liberarse
De la esclavitud de la vida
De la sombra que putrefacta el silencio de la muerte
Del tiempo
Del cuerpo
Del instante que pende del vacío
Del movimiento
De la agitación del deseo
Vida sin cuerpo
¿Dónde estarás meciendo al bebé del recuerdo?

martes, 4 de agosto de 2009


Ando buscando una palabra que me espeje,
Se desnuda la muda pasajera,
Como el sol quemándose mientras da calor.

Miedo como sangre
Como fantasma
Miedo a quebrar el silencio
Dibujar en silabas la vieja muerte,
La nueva vida.

Y si murmura la noche no la escucho.
Ella habla sobre lo que ocultan las voces
Q nunca callan,
Nunca la acurruco de bajo de la almohada.

Mañana cuando me levante no volveré
A ser la misma